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El “Quiebra Jícara”, después de su entrenamiento de ayer, realizado en el Vikings Boxing Club, ubicado a cinco minutos del hotel Maritin Pro Arte, pesa 134.6 libras, luego de tener un balanceado entrenamiento de una hora con 12 minutos, en que realizó sombra, cinco asaltos de guanteo y cuatro de bolsa. Por la mañana estuvo corriendo durante 40 minutos en el gimnasio del hotel, tiempo que disminuirá conforme se acerque la pelea.
Alfaro estará bien respaldado en su esquina, tendrá el apoyo de Buddy Osbourne, entrenador experimentado del mundo boxístico, y también asistirá el campeón Crucero de la FIB, Steve Cunningham, en su pelea contra el alemán Marco Huck, además del experimentado entrenador nicaragüense Gustavo Herrera. El boricua Juan González, representante de Don King Promotions, aseguró que la dupla Herrera-Osbourne es la mejor esquina que puede tener Alfaro para su pelea de título.
Para hoy “Quiebra Jícara” viajará a la ciudad de Bielefeld, así como todos los que verán acción esa noche. El espanto del peso déjenlo a un lado, si la pelea fuera hoy, Alfaro subiría sin ningún problema, se le ve fuerte como un roble y enfocado directamente en buscar el tan soñado título mundial.
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