¡Sobra confianza en el equipo de Valero!

Para el grupo de trabajo del campeón venezolano Edwin Valero, la preparación con miras a la defensa titular del próximo sábado ante Antonio de Marco concluyó. Cinco meses de preparación, 120 asaltos de guanteos y horas de ensayos en el gimnasio han sido suficientes para que el merideño demuestre su mejor forma. La Arena de Monterrey y la afición mexicana, por su parte, también están listas para acoger el combate obligatorio en que se definirá el dueño absoluto de la diadema ligera del CMB.

Sobre este tema conversó el profesor Mario Morales, mexicano de nacimiento, y quien recibió el llamado de Edwin Valero en septiembre pasado, cuando el de Bolero Alto declinó a continuar bajo las órdenes de otro manito, Roberto Alcazar. El actual mandamás en la esquina del merideño llegó gracias a una recomendación de Joe Hernández y pareciera tener su puesto asegurado por buen tiempo.

“Tenemos una gran química para trabajar y cada uno nos respetamos al momentos de ejercer nuestro papel en el gimnasio”, declara Valero en el Gimnasio del hotel en que se aloja.

Morales, por su parte, arregla todos los aperos para el trote mañanero de su pupilo y prepara todo para una nueva mañana de labores en Monterrey. “Me ha sorprendido su entrega a la hora de entrenar, Edwin Valero es un toro. Hemos trabajado mucho el uso de su fuerza y movilidad, también le hemos recordado las bases fundamentales de su boxeo. Esta presentación tiene que ser mejor que la del pasado mes de diciembre en La Guaira”, inició el técnico.

Morales es el jefe de la esquina de Valero, dónde también estarán Jairo Álvarez y Segundo Lujano. “El trabajo en conjunto ha sido muy bueno. Los sparrings zurdos que conseguimos han colaborado y realizamos la preparación que queríamos. No hay excusa. Para ganarle a Valero tendrán que matarlo porque tanto mental como en lo físico está muy bien”, prosiguió.

Para la presentación del 19 de diciembre en Venezuela, Valero debió descender algunos kilos demás acumulados debido a su inactividad, venía de ocho meses sin subir a las tarimas tras vencer al colombiano Antonio Pitalúa, en Austin, Texas el pasado el 4 de abril del año pasado.

“Cuando empezamos a trabajar hubo que rebajarlo (a Valero) y estaba más lento. Ahora siempre se mantuvo entre 63 y 64 kilogramos, eso ha sido fundamental. Su velocidad y capacidad para ir hacia el enfrente están mucho mejor. He visto su desarrollo estos meses y en el peso ligero no hay quien le gane actualmente”, finalizó.

Así están los ánimos en la esquina de Edwin Valero donde por cierto existe total hermetismo sobre los pasos siguientes en la carrera del andino.