Está demostrado que Román “Chocolatito” González no le teme a Iván Calderón, pero eso no es lo que en realidad importa, lo que importa preguntarse es: ¿debería existir esa pelea en el futuro?
Para muchos, sin que lo haya probado, aunque lo demuestre con sus cualidades, el pequeño aspirante a la corona parece estar listo para cualquier peleador entre las 105 y 108 libras.
Aunque el puertorriqueño dejó limpia la categoría de las 105 demostrando que nadie le pudo hacer mella, actualmente en 108 ha tenido batallas difíciles ante el mexicano Hugo Cazares y el colombiano Ronald Barrera.
El nica tiene un boxeo de lujo, pero Calderón tiene las armas para contrarrestarlo. Insistimos en que es el Floyd Mayweather de los pesos pequeños, y si no está entre los mejores diez libra por libra del planeta es porque los pesos pequeños no tienen tanta atención.
La mayoría de sus peleas las gana sin perder asaltos, las dos únicas peleas que ha ganado por decisión dividida son las que hizo en 108 libras. No tiene pegada, pero es difícil conectarle, su velocidad ha estado a prueba de los mejores cazadores del ring y su capacidad de contragolpe es genial.
No hay prisa para organizar un pleito entre Román y Calderón, aunque parezca que no se encontrarán peleando en pesos distintos, pero ante la escasez de rivales dignos, los promotores pueden verse empujados a organizarla.
“Chocolate” tiene más que Niida, aunque una pelea no se parece a otra, pero el combate que realizará con Varela será un buen termómetro para afianzar esa confianza. Niida tiene además de su caída ante un tailandés, una derrota polémica ante Noel Arambulet, y terminó cortado de un párpado ante Juan Landaeta, pero nadie duda que es un boxeador que no rehuye pelea.
No tiene pegada, pero es rápido, implacable y dueño de una resistencia de granito. Si decide retirarse después de su séptima defensa ante el venezolano, será porque cree que ya cumplió con un ciclo y porque esa es una decisión que había postergado desde hace mucho tiempo atrás.
Insistimos, Román puede coronarse campeón del mundo sin mucho sufrimiento, pero si puede evitar pisar la pastilla de jabón, mejor que piense que la prudencia es hermana de la inteligenci a.
Para muchos, sin que lo haya probado, aunque lo demuestre con sus cualidades, el pequeño aspirante a la corona parece estar listo para cualquier peleador entre las 105 y 108 libras.
Aunque el puertorriqueño dejó limpia la categoría de las 105 demostrando que nadie le pudo hacer mella, actualmente en 108 ha tenido batallas difíciles ante el mexicano Hugo Cazares y el colombiano Ronald Barrera.
El nica tiene un boxeo de lujo, pero Calderón tiene las armas para contrarrestarlo. Insistimos en que es el Floyd Mayweather de los pesos pequeños, y si no está entre los mejores diez libra por libra del planeta es porque los pesos pequeños no tienen tanta atención.
La mayoría de sus peleas las gana sin perder asaltos, las dos únicas peleas que ha ganado por decisión dividida son las que hizo en 108 libras. No tiene pegada, pero es difícil conectarle, su velocidad ha estado a prueba de los mejores cazadores del ring y su capacidad de contragolpe es genial.
No hay prisa para organizar un pleito entre Román y Calderón, aunque parezca que no se encontrarán peleando en pesos distintos, pero ante la escasez de rivales dignos, los promotores pueden verse empujados a organizarla.
“Chocolate” tiene más que Niida, aunque una pelea no se parece a otra, pero el combate que realizará con Varela será un buen termómetro para afianzar esa confianza. Niida tiene además de su caída ante un tailandés, una derrota polémica ante Noel Arambulet, y terminó cortado de un párpado ante Juan Landaeta, pero nadie duda que es un boxeador que no rehuye pelea.
No tiene pegada, pero es rápido, implacable y dueño de una resistencia de granito. Si decide retirarse después de su séptima defensa ante el venezolano, será porque cree que ya cumplió con un ciclo y porque esa es una decisión que había postergado desde hace mucho tiempo atrás.
Insistimos, Román puede coronarse campeón del mundo sin mucho sufrimiento, pero si puede evitar pisar la pastilla de jabón, mejor que piense que la prudencia es hermana de la inteligenci a.
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