LAS VEGAS.— Marco Antonio Barrera decidió la misma noche del sábado que su segundo pleito ante el filipino Manny Pacquiao fue la última contienda de su ilustre carrera profesional en el boxeo de paga. El tres veces campeón del mundo en distintas categorías y futuro miembro del Salón de la Fama del boxeo había mencionado que el sábado pasado iba a ser su última "pelea grande" pero tras su derrota por decisión unánime ante el asiático, "Barreta" decidió colgar los guantes de forma definitiva.
La esposa, hijos, médicos, cuerpo técnico y amigos de Marco Antonio estuvieron presentes en la conferencia de prensa y el boxeador no dudó en darles gracias.
"Lo mejor que tengo ahora es que me voy ante los grandes. La verdad es que ya hemos hecho una carrera impecable y lo mejor era decir gracias ahorita que estamos muy bien", declaró Barrera, mientras su entrenador Sendai Tanaka lloraba como un niño.
El mexicano perdió ampliamente ante Pacquiao, aunque duró los 12 asaltos, algo que pocos veían como probable, especialmente después que el filipino lo noqueó hace cuatro años en la primera pelea entre ambos.
"No pelee con nadie fácil, pelee con lo mejor que hay en el mundo. Los expertos no me daban más de tres rounds porque decían que estaba muy viejo, espero que le hayamos cerrado la boca", indicó Barrera, de 33 años.
"Tenemos cuerda todavía, no nos vamos porque yo ya no tenga cuerda. Me voy porque ya la rutina me aburrió", aclaró "El cara de niño asesino".
El de la Ciudad de México afirmó que la diferencia entre la pelea de anoche y la de 2003 fue que la noche del sábado no sintió ninguno de los golpes, a excepción de la paliza que le propinaron hace cuatro años en San Antonio, Texas.
Barrera dijo que se va con varios recuerdos bonitos, tal como lo fue su primer título al vencer a Josefino Suárez y ganar el campeonato supermosca de México en 1992.
Acerca de la contienda, el ex campeón superpluma del Consejo Mundial de Boxeo lamentó que perdió la cabeza en algunas ocasiones pero estaba satisfecho al dar su mejor esfuerzo.
"Cuando quise fajarme es cuando recibí el cabezazo. Teníamos que seguir boxeando con más piernas y más rapidez", dijo el ahora ex pugilista, quien se despidió diciendo.
"Estoy muy agradecido con el boxeo y si volviera yo a nacer, volvería a ser boxeador"
Para luego rematar:
"Quiero que la gente sepa que nosotros seguimos siendo ‘la raza más chida’".
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