Edwin Valero durante sus guanteos de preparación con miras al combate del próximo sábado ante el mexicano Antonio de Marco, pautado para disputarse en la denominada Arena de Monterrey. El vinotinto lleva casi un mes de preparación en el lugar de la pega y ya conoce al dedillo cada rincón del Gimnasio Gran Gala, al que ha tomado por búnker.
El oriundo de Bolero Alto, Mérida, hará ensayos cortos hasta mañana y luego se concentrará en dar el límite del peso ligero, 135 libras: “Ha sido una gran preparación, hemos superado los 110 rounds de sparrings. Una gran cantidad de horas concentrados y lo que resta es salir a pelear. En estas últimas horas lo que vamos es a estar prevenidos con el peso y a hacer un poco de estiramientos. El resto ya está hecho”, soltó el actual campeón del CMB y quien enfrentará al retador obligatorio del ente ecuménico.
Para el venezolano la pelea luce accesible ya que se medirá a un gladiador de menor experiencia que él y quien de paso conoce el sabor de la derrota: “Sólo salgo a hacer mi trabajo y aspiro que De Marco venga a hacer un buen espectáculo. Se que es un peleador joven con ganas de triunfar y que desea quitarme mi corona. Así que debo ir al tope de mi preparación y así estaré este sábado”, dice el peleador quien ha laborado junto al entrenador Mario Morales y su preparador físico, Jairo Álvarez.
Valero ha declarado su gusto por la comida mexicana y en tono jocoso señala que será difícil desviar su atención de la misma.
“Desde la pelea con Velázquez no hemos parado, por lo que prácticamente ha sido una preparación que se ha extendido por más de seis meses. Ese trabajo nos ha dados frutos y me ha permitido salirme un poco de mi dieta. Me encanta el picante que usan en México. Será complicado evitar excesos pero seguro lo haré por mi familia y Venezuela. Lo que queda es sólo mantener el peso”, se despidió el andino para salir a trotar en una pista cercana al hotel dónde está hospedado durante su estancia en Monterrey.
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